ERES MARATONIANA

Pues sinceramente no sé cómo empezar. Son muchas sensaciones que plasmar en unas pocas líneas de un día inolvidable e inmejorable. Si no eres corredor/a no hace falta que sigas leyendo porque seguramente no entenderás lo que escribo.

Soñemos!!! ... haces lo que te gusta, con tu pareja, con amigos, en un lugar incomparable, con un ambiente increíble, consiguiendo un objetivo complicado, ... qué más se puede pedir???

Empecemos por el principio...

Cuando alguien empieza a correr habitualmente se va marcando metas y objetivos, quizá pequeños para el resto de personas, pero muy grandes e importantes para quien los quiere conseguir. Primero correr un tiempo determinado sin parar, después hacerlo a menudo, no dejarlo. Poco a poco los tiempos, las distancias y los ritmos van siendo mayores y tu cuerpo y tu mente te pide más... una droga??? Muchos de nosotros hemos pasado por estos pequeños pasos y llega un día en el que te planteas correr una media maratón, 21 km seguidos, corriendo... ese es ya un gran reto. Algunos se quedan ahí, pero otros muchos continúan pensando que su cuerpo es capaz de más. Por ahí hay carreras que las llaman maratones, en las que tienes que correr 42 km, en conmemoración de la hazaña que realizó Filípedes hace ya muchos años... Al principio ves ese objetivo muy lejano, inalcanzable, pero poco a poco se va acercando y, siempre con muchos temores y dudas, llega un día que te decides y piensas que puedes hacerlo. Simplemente el hecho de platearse correr una maratón ya es un acto de valentía, de mucha valentía, como dice el eslogan de este año en Valencia "Correr es de valientes".

A medida que vas superando cada uno de esos "pequeños" retos te sientes muy bien contigo mismo. Lo has conseguido, eres capaz, ... Cuando logras acabar una maratón todas esas sensaciones se multiplican, ha merecido la pena el esfuerzo, el tiempo empleado, el sacrificio. Es un día inolvidable y muchos de los momentos de esa maratón quedan grabados en tu mente para siempre. Imágenes, gestos, kilómetros, personas, comentarios, sentimientos,... Ni otras carreras, ni otras maratones, ni siquiera el tiempo, harán que esos recuerdos se olviden.

Yo he tenido la suerte de experimentar todos estos momentos y sensaciones. Y ahora he tenido la doble fortuna de vivir y compartir con mi mujer todo esto durante los últimos meses, semanas y días. Ayer fue un día inolvidable para ella... y para mí. Eres maratoniana.

Enhorabuena Pepa, estoy muy orgulloso de tí.