Blog de Villenero




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"Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, en cualquier caso estás en lo cierto"


5/6/09

MI MEJOR CARRERA

30 de mayo de 2009... otra fecha de las que quedarán en mi recuerdo. No es por un entrenamiento especial, ni por una de esas carreras imborrables... lo recordaré por algo mucho más importante, emotivo y gratificante. Ese día nació mi hija LEIRE.

Los padres y madres sabrán lo que se siente en cada uno de los instantes que se viven junto a un hijo. Los que no sean padres ya lo entenderán, no es necesario que os esforcéis por entender mis palabras pues estas sensaciones y sentimientos no se pueden comparar con nada.

Cada instante previo al nacimiento se hace eterno, intenso. Una sensación extraña se apodera de ti cuando quedan pocas horas para el acontecimiento más esperado. Nerviosismo, inquietud, dudas... "Que todo salga bien" es la principal idea que recorre tu cabeza. Son muchos meses esperando ese momento y cuando llega a los papás sólo nos queda esperar. Es un papel tan pasivo el nuestro que sientes que te gustaría poder hacer algo, lo que sea, para ayudar. Es el momento de los especialistas y de las mamás, sobre todo de las mamás. No sé si soy capaz de entender lo que debe sentir una mamá cuando algo suyo, totalmente suyo, sale de su cuerpo y se convierte en una personita, un bebé con toda una vida por delante, una vida gracias a otra. Es algo maravilloso. Gracias Pepa.

El momento sin duda más recordado será aquel en que mis ojos toman contacto con ese nuevo ser que acaba de llegar al mundo. Ese momento es el más especial de mi vida. Lo fue cuando nació Pablo y lo ha sido con el nacimiento de Leire.

Mis ojos ven acercarse a unos metros a lo que parace ser un bebé envuelto en una sábana. Es muy pequeño, apenas puedo verlo pero sí, debe ser un bebé. La sonrisa de la matrona cuando se acerca me termina de confirmar que se trata de mi hija. Antes de alcanzar a verle la cara, mis ojos comienzan a humedecerse y a pestañear rápidamente. Tengo al bebé a un metro y apenas puedo verlo. Pasados unos segundos mi mirada, por fin, se cruza con la del bebé. Es Leire. Tiene los ojos abiertos como si quisiera ver, sin perderse detalle, ese nuevo mundo que le acaba de abrir sus puertas. Es lo más maravilloso que he visto en mi vida. Los instantes siguientes son también inolvidables. Tienes ganas de gritar, de mirar al bebé, de llorar, de besar a todo el mundo, de reír, de volver a mirar al bebé, ... El momento no fue completo pues subieron primero al bebé (lo suelen hacer así) y la mamá se queda unos minutos con los médicos para que vaya pasando el efecto de la anestesia. La matrona nos dijo que estaba bien, pero hasta que no subió a la habitación, media hora después, no te quedas tranquilo por completo. La mamá está también estupenda. Incluso mejor que con Pablo pues parece que ha soportado mejor la anestesia y está perfectamente.


Durante esos primeros minutos no podemos ni llegar a imaginar todo lo que viviremos junto a ese pequeño ser que irá creciendo y compartirá con nosotros una parte muy importante de su vida, seguramente la más importante. Momentos felices y otros no tanto... Pero, como digo, en esos primeros minutos, incluso en los primeros días no piensas en eso. Piensas en lo feliz que puede llegar a ser una persona gracias a otra. Creo que eso es lo más maravilloso de este mundo y no lo deberíamos olvidar nunca.
Con este momento, el nacimiento de un bebé, da comienzo la mejor carrera de cualquier persona: LA EDUCACIÓN DE UN NIN@. Sin duda esta es la carrera más importante y en la que no podemos fallar.